Sobre la avenida Luis Elizondo, pasando la calle Río Pánuco, hay un pequeño gran cowork que, además de ofrecer un espacio común de trabajo, cuenta con una pequeña cafetería, una sala de juntas y un acogedor jardín. Se trata de Nstro.Lab, uno de los establecimientos que le agregan calidad y variedad a nuestro distrito.
«Nstro.Lab es el espacio donde tú como emprendedora o emprendedor puedes venir a encontrar el apoyo a los proyectos que realizas», explica Terexe Olivares, directora y cofundadora. «Aquí se te recibe bien y se te apoya», destaca, porque se trata de una comunidad abierta a nuevas ideas emprendedoras.
Esta dinámica viene del concepto del cowork, un término relativamente nuevo en México, que representa una nueva forma de compartir espacios, recursos e ideas.
«Es muy útil para toda la gente que emprende porque [cuando emprendes] lo que menos tienes es dinero», dice Terexe. «En un cowork tú vienes, pagas tu membresía, tienes derecho a varias cosas dependiendo del tipo de membresía, pero jamás te tienes que preocupar de que se va a vencer tal recibo, tú te enfocas en tus proyectos y los sacas adelante».
La idea de abrir Nstro.Lab surgió cuando Terexe y su socia, Mónica Muñoz, comenzaron a idear un proyecto en conjunto. Combinaron sus experiencias y necesidades (Terexe es artista y músico, Mónica es consultora), se documentaron y se prepararon para abrir un espacio de cowork.
«Surge en base a una necesidad real», dice Terexe. «Están cambiando las maneras de trabajo de la juventud y un cowork es un lugar necesario para ellos. En base a que está surgiendo esa necesidad, nosotros estamos aquí para cubrirla».
Aunque reciben a todo tipo de emprendedores y sus miembros tienen orígenes, carreras y sueños muy variados, es evidente el enfoque que Nstro.Lab tiene en mentes creativas y mujeres emprendedoras. Su definición de mente creativa se extiende más allá de las bellas artes: también incluye fotógrafos, ilustradores, ambientalistas, escritores, o personas que con sus ideas busquen transformar a la sociedad, que buscan una solución.
El tema de la mujer emprendedora es bien conocido por las propias fundadoras de Nstro.Lab. Y aunque la inclinación por recibir mujeres emprendedoras dentro del espacio se ha dado de manera natural, Terexe dice que ha sido un «descubrimiento de oro» adentrarse en el tema de la mujer y están conscientes de todos los retos que todavía se necesitan superar y visibilizar. Es por ello que hicieron un esfuerzo consciente por apoyarse en otras mujeres.
«Para nosotros es super inspirador, son nuestras mentoras, son nuestras guías», explica Terexe. La idea del apoyo mutuo y el rebotar ideas con los compañeros del espacio es central en Nstro.Lab, aunque no necesariamente trabajen en proyectos de la misma área.
Sin importar las diferentes áreas en las que cada miembro se desarrolla, predomina un ambiente de comunidad entre todos. «Se va formando una especie de amistad, un lazo afectivo y ese lazo hace que, quieras o no, me interese que te vaya bien», comenta Terexe. Ese apoyo mutuo lleva a un networking más personal; es común dar con contactos útiles en un ambiente divertido y amable. Terexe considera que es algo que se da de manera muy orgánica, pues es una dinámica no planeada y se ha ido presentando de manera natural por medio de las recomendaciones de los demás.
Terexe expresa confianza en el futuro de Nstro.Lab, pues dice que «el dinero no es el motivo […] el dinero llega solo». Por ahora, su enfoque es seguir creciendo en el lugar que ya establecieron, seguir conociendo y creando lazos con otros emprendedores y ser identificadas como el cowork para mujeres emprendedoras y mentes creativas.