Los espacios públicos deprimen o alegran, preocupan o invitan a ser explorados. En el mejor de los casos sirven para realizar actividades de interés comunitario. Su uso depende, entre otras cosas, del estado de deterioro en el que se encuentren o lo bien cuidados que estén.
Para realizar actividades recreativas, culturales, cívicas y/o deportivas, se requiere mucho más que un césped podado o concreto sin resquebrajar. Los espacios públicos adquieren vida en la medida que la comunidad se involucra y hace uso de ellos. Aunque parece una obviedad, hay quienes ven en lo aséptico el escenario ideal de los espacios públicos: espacios verdes de mírame y no me toques, plazas inmaculadas y parques limpios (hasta de gente). No es el caso.
Recuperar, regenerar y rehabilitar parques, plazas, jardineras y otros espacios públicos de calidad, con potencial de provocar encuentros entre la comunidad, es prioridad para DistritoTec. Para construir la comunidad que queremos, es importante contar con espacios que inspiren confianza y que inviten a ser utilizados para caminar, jugar, practicar un deporte o pasear a las mascotas. ¿De qué nos sirven los espacios limpios pero sin vida?
En DistritoTec creemos en el concepto de «placemaking», es decir, en el proceso colaborativo de reimaginar y reinventar, de manera colectiva, los espacios públicos de nuestra comunidad. Este proceso no se activa por arte de magia, requiere de la participación constante de vecinos comprometidos con su entorno.
«Uno de los retos es vencer la apatía de los vecinos», reconoce el Dr. Ramón Piña, presidente en turno de la Junta de Vecinos de la colonia Valle Primavera. Después de tomar un merecido respiro junto a voluntarios que ayudaron a pintar los pasos de cebra en los cruces del parque de la colonia, el Dr. Piña agrega: «las necesidades de las colonias y de las ciudades ya rebasaron a las autoridades».
De ahí la importancia de la activación vecinal porque puede hacer la diferencia entre el deterioro o el mejoramiento de los espacios públicos. Así lo han entendido los vecinos que integran la Mesa Directiva de la colonia Valle Primavera, quienes se han propuesto como proyecto prioritario remodelar el parque de su colonia. Y lo hacen con una visión ampliada, distrital, sabedores de que la comunidad DistritoTec, en su conjunto, se beneficia con este tipo de acciones.
Su caso es excepcional y ejemplar. Esta es la historia de cómo el proyecto de remodelación de un parque ha desatado una nueva conciencia de participación ciudadana y activación vecinal.
Activación vecinal en Valle Primavera
En la ciudad de Monterrey no hay actividad social más subversiva que la de constituir una junta de vecinos que trabaja, activamente, en favor de mejorar las condiciones de su colonia. No es exageración: entiéndase como «subversivo» a la capacidad de replantear la tradicional pasividad ciudadana por un rol más proactivo y participativo, con incidencia directa en la transformación de su entorno urbano.
Pero no es fácil. Organizar juntas vecinales que le den seguimiento constante a las necesidades de la colonia -y poder articular propuestas de mejora a partir de esas reuniones- requiere de mucha organización, diligencia y paciencia. Lo fácil es ensimismarse, desentenderse de cualquier responsabilidad colectiva y dejarlo todo en manos de la autoridad.
Aún así, los vecinos de la colonia Valle Primavera optaron por no quedarse con las manos cruzadas.
Luego de acudir a las primeras reuniones que convocó el Tecnológico de Monterrey en 2014 para motivar la activación vecinal en torno a DistritoTec, un pequeño grupo tomó la iniciativa de constituirse como la primera Junta Vecinal en los más de 30 años que tiene de fundada la Valle Primavera. Primero lo hicieron de manera informal, después lo oficializaron ante el Municipio de Monterrey y el Gobierno del Estado el 13 de abril de 2015.
Una vez reunidos, el siguiente paso fue detectar los problemas de la colonia. Como consecuencia de ese análisis, la Junta decidió priorizar la remodelación, equipamiento y mantenimiento del Parque Valle Primavera, el único parque que tiene la colonia.
Una cosa es identificar y señalar los problemas, otra es diseñar una ruta para abordar su solución. Esa es la frontera que divide a la queja de la acción, y este grupo de vecinos tenía muy claro que para lograrlo debían justificar, diagnosticar y establecer objetivos claros para darle viabilidad al proyecto.
La propuesta de remodelación del parque Valle Primavera no es ninguna ocurrencia; los vecinos comenzaron con el proceso de diagnóstico desde 2015, apoyándose en opiniones expertas. Asociaciones como Bosque Urbano México y Reforestación Extrema los han apoyado con talleres de capacitación para clasificar e inventariar árboles, así como información valiosa para su sembrado y cuidado. Además, alumnos y profesores del Tecnológico de Monterrey han vinculado proyectos de clases para apoyar el proyecto. Por ejemplo, el profesor Guillermo Gándara Fierro y alumnos de la Cátedra de Negocios y Conservación de Ecosistemas, realizaron un estudio ecológico en el que se destaca la necesidad de reforestar y forestar el parque, pero también de atender varios temas como limpieza, mantenimiento, seguridad, iluminación, rehabilitación de la vitapista y el mejoramiento general de las instalaciones.
Con este diagnóstico, los vecinos se acercaron con las autoridades municipales para gestionar apoyos. Ha sido un camino largo y a veces sinuoso, pero en el trayecto han aprendido a establecer vínculos con organizaciones, asociaciones y dependencias de gobierno; en resumen, se han asumido como ciudadanos. En ese ir y venir de oficios, llamadas telefónicas, citas presenciales y correos electrónicos, lograron la donación de 67 árboles con la autorización de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología del Municipio de Monterrey, árboles que, por cierto, ya están plantados y que cumplen con una serie de recomendaciones ecológicas.
El parque que los vecinos quieren
Este es un proyecto relevante para los habitantes de la colonia Valle Primavera. Según datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, a 400 metros alrededor del parque viven aproximadamente 4 mil 500 personas, de las cuales 475 están en el rango de edad de los 0 a los 14 años.
El parque tiene una superficie total de 6 mil 750 metros cuadrados y se ubica en el corazón de la colonia: limita al norte por la calle Playa de Hornos, al sur por Esparta, al poniente por Havre y al oriente por Nantes. Por su ubicación y dimensiones, es el punto de encuentro de vecinos para realizar actividades deportivas, cívicas y de recreación.
El proyecto de remodelación pretende reforzar esta vocación. La Junta definió como objetivo primordial que «el parque siga siendo el corazón de nuestra colonia, un lugar de encuentro limpio, iluminado, seguro, tranquilo y en armonía; en donde jueguen nuestros niños, nos reunamos y convivamos con nuestros vecinos, paseemos con nuestras mascotas y acudamos a caminar, a ejercitarnos y a actividades recreativas, cívicas y culturales», como se relata en un documento que reseña los pormenores del proyecto.
El reto no es menor. La transformación del parque contempla, entre otras mejoras, el ensanchamiento de la banqueta perimetral y de la vitapista; la instalación de iluminación, bancas, nuevos juegos infantiles y módulos de aparatos para hacer ejercicio; además, considera la construcción de un centro cívico «subterráneo» con una sala para realizar asambleas y un escenario para actividades artísticas.
Con el ánimo de incentivar este nivel de compromiso y participación ciudadana, DistritoTec apoyó a los vecinos de la Valle Primavera con la donación del estudio topográfico del parque; la arquitecta Sheila Ferniza, quien es vecina de la colonia y forma parte del proyecto DistritoTec, entregó un diseño arquitectónico preliminar que ha retomado el equipo de Oswaldo Zurita, de Ecotono Urbano, para realizar la consultoría de paisaje y desarrollar el proyecto arquitectónico.
Son muchos meses de trabajo vecinal, bien organizado, en la colonia Valle Primavera. El proyecto de remodelación de su parque representa un caso paradigmático para DistritoTec: de cómo vecinos asumen plena ciudadanía para trabajar en la mejora de su entorno.
Este año la Junta de Vecinos se ha esforzado en obtener recursos, ya sea aplicando a diversos programas federales de apoyo o mediante donaciones privadas. Al día de hoy se calcula que requieren de aproximadamente 8 millones de pesos para hacer realidad el parque que quieren.
¿Habrá algún donante dispuesto a reconocerles su buen trabajo?