Era una calurosa noche de agosto de 2018 cuando Maru Márquez e Iliana Lozano (Lili) impartieron la primera clase de Danza tradicional del oeste africano en Casa Naranjos. Hacía tiempo que este par de amigas habían conformado una iniciativa para impartir clases y así difundir sus conocimientos y pasión por la danza africana. Decidieron llamarla Kañimama en honor al canto de un ritmo africano llamado Yoqui, originario de Guinea.
Instructoras, asistentes, y testigos de esta actividad coinciden en que en la clase se genera una convivencia y compañerismo auténticos basados en el respeto y en el interés de todos por aprender más de otra cultura. Muchos afirman que lo mejor de la clase son las sensaciones y el estado de ánimo que sienten al moverse colectivamente al ritmo de tambores en vivo.
A Maru le motiva mucho interactuar con la comunidad con una actividad que considera que contribuye al bienestar en distintos niveles. Se logra un impacto físico a través del ejercicio, mental a través de la música y el ritmo, y también espiritual: al bailar se experimenta una conexión muy fuerte con el propio cuerpo y con el momento presente.
“Cada persona que inicia en este arte tiene un proceso diferente de avance y también motivaciones y necesidades particulares. Así que en la clase todos debemos tener mucha disposición a aprender y a ser flexibles. Me es muy gratificante ver el semblante de todos después de la clase, todos tenemos una sonrisa”.
Sobre los planes a futuro de este movimiento, Kañimama sueña con seguir creciendo en colectividad e integrar a públicos cada vez más diversos.
“Queremos que se acerquen más personas que nunca hayan bailado, o de cualquier edad, y que encuentren un espacio libre y seguro para experimentar. Queremos fomentar el autocuidado; a veces el día a día es tan demandante que nos olvidamos de lo importante que es cuidar mente y cuerpo.”
Desde hace unas semanas, han comenzado a hacer esfuerzos para traer invitados especiales a su espacio en Casa Naranjos para mantener la frescura de la propuesta y fomentar nuevas formas de expresión. En la clase, aseguran, “se logra una sintonía increíble entre personas que muchas veces se están conociendo por primera vez. Esa empatía, esa disposición de entender y compartir con el otro es lo que esperamos que nos acompañe al salir de la clase.”
Si quieres experimentar en carne propia esta actividad, te invitamos los martes y jueves de 20:30 a 21:30 h en Casa Naranjos. (Costo 70 pesos por sesión o 500 pesos por mes. Informes al T. 81 1588 0294; 81 8054 3452). La información de esta actividad está actualizada a Marzo 2020.