School of Drums es más que una escuela, es un lugar donde, a través de la música, puedes aprender, mejorar tu salud física y emocional y conocer gente increíble.
Sam Marroquín creó en 2012 School of Drums. La idea era hacer algo más que un lugar para dar clases de música, se trató de usar un espacio para, a través de los elementos de la música, ayudar a los asistentes a mejorar sus procesos de aprendizaje y su salud física y emocional.
“Todo surgió después de haber participado en un congreso internacional que se celebró aquí en la ciudad donde preparamos a alrededor de 20 adolescentes con síndrome Down para un ensamble. Al finalizar esa grata experiencia me di cuenta de que quería servir a otros y continuar con este proyecto".
"Yo estoy seguro de que la música produce efectos positivos, tanto a nivel cognitivo como emocional, al estimular la creatividad, comunicación y lenguaje, aumentar la capacidad de atención y aprendizaje. También creo que mejora las habilidades sociales y ayuda a la autoestima, por eso confié mucho en este proyecto”, dijo Marroquín.
School of Drums se encuentra en el DistritoTec. Se ubica en la calle Físicos 338 de la Colonia Tecnológico y los cursos están abiertos tanto para personas con discapacidad como al público en general: hay clases para bebés, niños, jóvenes y adultos. Literalmente todas las personas pueden vivir la experiencia de aprender y conocerse a través de la música.
“Me interesó mucho comenzar mi proyecto aquí por lo bien ubicada que está la zona, por la seguridad que hay y ese ambiente multicultural que se vive gracias a su cercanía con el Tec de Monterrey. Además, está en constante evolución lo que la hace más atractiva para emprendedores, por las continuas mejoras”, dijo.
Agregó que entre las clases de instrumentos que pueden elegir se encuentran batería, ukulele, guitarra, violín, canto, batería, percusiones. Un aspecto muy valioso de la escuela es que uno de sus principales objetivos es brindar un trato personalizado a los alumnos para que desarrollen mejor sus competencias.
“Nos damos a la tarea de conocer primero a nuestros alumnos, saber cómo se desarrollan mejor, cuáles son sus intereses, habilidades y áreas de oportunidad, para que, a través de la música, puedan mejorarlas, para ello contamos con un equipo de psicoterapeutas especializado, con el que nos apoyamos para trabajar”, dijo Ruiz.
Al respecto Marroquín destacó que él siempre ha confiado en el potencial de la musicoterapia, utilizar la música como herramienta de aprendizaje y desarrollo.
“Aquí no vemos solo la música como ‘voy a aprender un instrumento’, más bien el desarrollo de muchas otras habilidades a través de la música y el principal concepto es el ritmo, porque sabemos el beneficio que este conlleva al escucharlo, las conexiones que hace a nivel cerebral, fisiológico, emocional”, dijo.
"Yo estoy seguro de que la música produce efectos positivos, tanto a nivel cognitivo como emocional, al estimular la creatividad, comunicación y lenguaje, aumentar la capacidad de atención y aprendizaje".
Ahora bien, que Sam dedicara su vida entera a esto era casi un tema que el destino tenía trazado. Cuenta Sam que desde pequeño se sintió atraído por ella y que además era algo natural en su casa, pues su padre y su abuelo fueron músicos. Y, por si fuera poco, cuenta que su padrino de bautizo es el cantante José José.
“Es algo que me ha apasionado desde muy pequeño, lo llevo en la sangre, recuerdo que a los siete años fue cuando descubrí mi gusto por las percusiones, por eso la escuela lleva ese nombre, jugué con las palabras de una de mis películas favoritas escuela del rock y con mi instrumento favorito que son los tambores”, dijo.
Pero si tuviera que decantarse por cierto tipo de música, lo multicultural es lo que dice que más le atrae. La mezcla y la diversidad, nuevamente, se hace presente en su vida.
“Lo que muchos le dicen world the music, por ejemplo, yo estuve tocando mucho rock, música africana, brasileña, música latina con jazz, entre otros conceptos innovadores”.
Sam se dice muy contento de ver su proyecto crecer y seguir llenando de música y vida la vida de sus alumnos.
“Vamos a cumplir cinco años de este proyecto que aún sigue caminando, desarrollándose, aprendiendo y madurando. Estoy muy contento con el equipo que lo conforma y es que esto es resultado de los diferentes sonidos que cada uno aporta a esta canción”.